Una
criptomoneda o criptodivisa (del inglés cryptocurrency) es un medio digital de
intercambio. La primera criptomoneda que empezó a operar fue el Bitcoin en 2009, y
desde entonces han aparecido muchas otras. Al comparar una criptomoneda con el
dinero fiduciario, la diferencia más notable es la forma en que ningún grupo o
particular puede acelerar la producción de dinero y usar éste ilegal o
abusivamente de manera significativa( como puede hacer por ejemplo un Banco
Central), ya que sólo se genera una cierta cantidad de unidades colectivamente,
a una velocidad que está limitada por un valor definido con anterioridad y
conocido públicamente.
Tres
opiniones:
En contra:
Según
Wences Casares en un artículo
publicado en la revista
TechCrunch “si
el Bitcoin puede parecer la cura, cambiar a Bitcoin pudiera ser curar un dolor
de cabeza con una bala en la cabeza.
El
principal problema con el Euro es que Grecia no puede imprimir más del mismo;
sólo el Banco Central Europeo puede. Pero por lo menos alguien puede. En
teoría, Grecia podría persuadir al Banco Central Europeo para imprimir más
euros para ellos. Por otro lado, si Grecia tuviera que cambiar al Bitcoin, no
tendría ninguna capacidad de controlar la cantidad de esta moneda que podrían
emitir, y nadie podría ser persuadido a emitir más Bitcoins (no el Banco
Central Europeo, no los EE.UU, la Fed, no los marines estadounidenses, nadie).
Una
característica definitoria del Bitcoin es que su suministro se fija y se topó.
Hay 13.882.100 bitcoins hoy, habrá 20.343.750 bitcoins el 1 de enero de 2025, y
nunca habrá más de 21 millones bitcoins.”
"Hay
cerca de 10 millones de personas que son dueños de Bitcoins. Si el Bitcoin tiene
éxito, podemos esperar 1 o 2 billones de personas con Bitcoins en algún momento
en los próximos 20 años. La única manera de que 1 o 2 billones de personas
pueden tener 21 millones de esta moneda es por el precio del Bitcoin creciente
(significativamente). Un economista llamaría al Bitcoin una "moneda
deflacionaria"( por su poca emisión*).
A
favor:
Según
Paul Mason en un artículo publicado en el prestigioso periódico
The Guardian “la introducción de una moneda paralela crearía dinero y retrasaría la
inevitable quiebra financiera de Grecia. Pero la estrategia sólo funcionará si
los inversionistas creen que el país no se derrumbe”
Max Keiser también plantea que pudiera esto ser una solución en su programa
Keiser Report
Opinión
personal:
No importa como dice Wenceslao Casares que solo habrán alrededor de 21
millones de Bitcoins en el 2025 y esto no es bueno para la economía griega u
otra cualquiera del mundo, pues están sugiemdo otras monedas de este tipo, además la escasez de bitcoins nunca va a ser
un problema, porque cada bitcoin puede dividirse hasta el octavo
decimal – y potencialmente aún más. Es decir que hoy puedes
pagarle a alguien la cantidad de 0,00000001 bitcoin. Hablamos de una
masa monetaria total integrada por – como mínimo – cuatrillones
de unidades, así que bastaría un sólo bitcoin en circulación para
abastecer de suficientes unidades monetarias a todo el planeta. En el
futuro, de ser necesario, las unidades en uso podrían pasar a
llamarse microbitcoins, nanobitcoins, etc. por lo que estoy mas de acuerdo EN PARTE con la
opinión de Paul Mason en su articulo en The Guardian debido a que aunque sus
razones son claras, esto es algo tan relativamente nuevo que es peligroso poner
el destino de un país u otros en algo así sin antes estudiar profundamente sus
impactos.
*Nota del blogger