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Como ejecutivo, usted enfrenta decisiones todos los días. Algunas decisiones son sencillas, como decidir a qué miembro del equipo asignar un proyecto específico. Otras son más complejas, tales como seleccionar un proveedor nuevo o decidir descontinuar un producto debido a ventas débiles.
Muchos ejecutivos tienden a ver la toma de decisiones como un acontecimiento, una elección que se hace en un momento dado, generalmente por un individuo o un grupo pequeño. Sin embargo, las decisiones importantes rara vez se toman al momento por un solo ejecutivo o en una sola reunión. Las decisiones importantes, como cambiar la dirección estratégica de un grupo o la contratación de un nuevo ejecutivo, por lo general requieren tiempo y el aporte de muchas personas y fuentes de información. Por lo tanto, la toma de decisiones es más bien un proceso.
Los ejecutivos que reconocen que la toma de decisiones es un proceso, aumentan sus probabilidades de tomar decisiones más efectivas. ¿Por qué? Porque al tomarse tiempo, son capaces de identificar y evaluar los asuntos relacionados con tomar la decisión. Al involucrar a otros, ellos sopesan diferentes perspectivas y profundizan la discusión. Quizás aun más importante, al asumir un enfoque basado en procesos, es más probable que logren una mayor aceptación de la decisión y una implementación más efectiva.
Por: Robin Ryde
Centre for Strategic Leadership, National School of Government
Pasión y energía
Yo no veo la pasión como un requisito previo para que los líderes tengan éxito. Pero observo que es uno de los temas comunes que encontramos en muchos líderes. La pasión es una cualidad muy contagiosa y el liderazgo es acerca de trabajar con y mediante las personas. He oído decir que los lìderes en realidad no hacen nada: pues en realidad no hacen nada. Es la gente en la línea del frente. Es la gente que está sirviendo en las cajas. Es la gente que presta servicios públicos la que en verdad hace que las cosas sucedan. Y creo que hay una cierta verdad en eso.
Pero lo que los líderes pueden hacer, sin duda, es motivar y transferir la pasión y la energía que tienen a otras personas. Al hacer eso, hay una especie de increíble efecto multiplicador de lo que están haciendo. Pasión e inspiración son cualidades que se pueden aprender y no hay duda de que algunas personas entran en el mundo con más de una inclinación hacia esas habilidades. Sin embargo, al comprometerse con las personas que le inspiran y reflexionar sobre qué es lo que le están haciendo a usted cuando está involucrado con ellos, puede ser fácilmente transferido a usted, y a continuación, puede crearlo para sí mismo. En mi experiencia de formación y de estar en una empresa con alrededor de 400 líderes de diferentes sectores de la vida, no me cabe duda alguna de que se puede aprender y se puede aprender mucho de manera muy fácil, sobre todo en áreas como la inteligencia emocional, la cual es sobre la capacidad de las personas de tener dominio sobre sus propias emociones para un buen efecto. Y la pasión y el entusiasmo son parte de nuestro ser emocional. Si podemos aprender de ellas y utilizarlas con buenos resultados, podemos ser muy poderosos como personas y liberar a aquellos que nos rodean para que hagan su mejor trabajo.
Ser capaz de motivar y transferir la pasión y la energía es un verdadero catalizador para inspirar a los demás.