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Durante el desarrollo de nuestro proyecto de Internet, nos hemos tenido que enfrentar a no pocas crisis. Seguir los siguientes pasos nos ha ayudado mucho:
Si la crisis estalla y se termina rápido, intente seguir estos pasos sencillos para mantener su equilibrio emocional.
1. Deténgase. Tan pronto como empiece a sentir el primer ataque de ansiedad invadiendo su mente, dígase a usted mismo "¡alto!". Para hacer frente a una crisis, es necesario tener una mente clara y tan libre de ansiedad, estrés tóxico y miedo como sea posible. Por lo tanto, reconociendo esos sentimientos y atacándolos verbalmente, puede bloquearlos de manera que no controlen su mente ni sus acciones.
2. Respire. Respire profundo. Así como la palabra "alto" bloquea los pensamientos negativos de su mente, la respiración supera la tendencia a contener el aliento, inducida por el estrés.
3. Reflexione. Al interrumpir el patrón de estrés tóxico y darse energía mediante la respiración, ahora puede centrarse en el problema real: la crisis que enfrenta. Al reflexionar sobre su respuesta al estrés, puede empezar a distinguir entre los diferentes niveles de su pensamiento y comenzar a separar las respuestas al estrés racionales de las irracionales. Usted puede ver la situación práctica con más calma y de manera realista, y distinguirla de los pensamientos distorsionados por la ansiedad.
4. Elija. Por último, con su atención ahora dirigida a la situación práctica en sí, usted puede tomar decisiones conducentes a encontrar soluciones reales, seguir el plan de crisis que ha desarrollado su grupo y atender a las necesidades de las personas que dirige.
Gestión versus liderazgo
Un mito común sobre el liderazgo es que es algo raro, una "provincia de unos pocos elegidos". Algunos piensan que sólo se trata de poseer ciertos rasgos cuasi-místicos, como el carisma y la visión, que se tienen de antemano o no.
Lo cierto es que las habilidades de liderazgo no son naturales. Pueden ser adquiridas y perfeccionadas.
A fin de entender lo que hacen los líderes, es importante comprender la diferencia entre la gestión y el liderazgo. Se trata de dos sistemas de acción distintos y complementarios.
La gestión es hacer frente a la complejidad, el liderazgo es hacer frente al cambio.
La gestión requiere poner orden y previsibilidad a una situación, mientras que el liderazgo requiere adaptarse a circunstancias cambiantes, una habilidad cada vez más importante en el entorno de negocios inestable y competitivo de hoy. Como tal, el trabajo de gestión es significativamente diferente al trabajo de liderazgo.
Por ejemplo, mientras que la gestión requiere de capacidad de planificación y presupuesto, el liderazgo requiere de la capacidad de establecer una dirección. Organización y dotación de personal son tareas de gestión, mientras que alinear a las personas cae bajo el dominio de la dirección. Por último, mientras que la gestión se refiere al control y resolución de problemas, el liderazgo es acerca de motivar e inspirar a un equipo.
La innovación y los innovadores
La creatividad es el proceso de generar y expresar nuevas ideas que pueden ser útiles. Las ideas generadas durante este proceso son las semillas de la innovación. Sin embargo, muchas ideas creativas no se conviertan en innovaciones. ¿Por qué? La innovación se da sólo cuando las ideas novedosas son desarrolladas, empaquetadas, posicionadas, promovidas e implementadas.
Los innovadores exitosos empiezan donde termina el pensamiento creativo. Eligen una idea nueva y la aplican a un problema de la vida real, lo que resulta en un nuevo producto, servicio o proceso cuyo uso es ampliamente difundido. Este tema ha sido elaborado con la suposición que usted ya ha identificado una idea que considera responde a una necesidad dentro de su organización o resuelve un problema de negocio específico, y desea convertirla en una realidad.
Se dará cuenta que cuando su idea se dirige a una necesidad establecida, será relativamente fácil ejecutarla. Por otro lado, si usted cree que una idea es genial, pero aun no hay un reconocimiento general de que existe la necesidad de ejecutarla, se enfrentará a un camino más difícil. ¡No se rinda! Ambas situaciones merecen la pena esforzarse para llevarlas a la acción.